Crucis 1975
La Historia Completa

La Historia - 4ª Parte

Hacia finales de 1976 Crucis se embarca en la grabación de su segundo álbum “Los Delirios del Mariscal” en el mismo estudio propiedad de su Cia discográfica RCA, siendo esta vez ellos mismos los realizadores de la producción musical y Jorge Álvarez nuevamente en el papel de coordinador general de todo el proyecto. La portada vuelve a ser asignada a Juan O. Gatti y la mezcla y mastering realizadas en los estudios Criteria Recording de Miami tarea para la cual Gustavo viaja a EEUU junto al músico venezolano Vytas Brenner (su contacto en USA) y Álvarez.
Gustavo: “Los Delirios” se grabó prácticamente en directo al igual que el primer álbum; era la única fórmula de trabajo en que podíamos transmitir sin paliativos la energía y dinámicas de la banda; especialmente los pasajes de improvisación. Creo que dejamos algunos temas fuera por falta de espacio pero en general todos quedamos bastante conformes con la grabación; he de decir que RCA se portó muy bien con nosotros accediendo a nuestra difícil y onerosa demanda -sin precedentes hasta entonces para ningún artista argentino- de financiar la mezcla y mastering del álbum en los estudios Criteria de Miami por el gran ingeniero Jack Adams además de gestionar la publicación en Brasil y darnos todas las facilidades pertinentes. Crucis éramos muy concientes del sonido que queríamos para nuestros discos y desgraciadamente no nos fiábamos demasiado de los ingenieros con los que contábamos en nuestro país en aquella época.
Por aquél entonces todo el proyecto de ir a trabajar en EEUU resultaba una empresa extremadamente cara y virtualmente insensata teniendo en cuenta los presupuestos que se manejaban para un grupo de Rock pero he de reconocer que Jorge Álvarez se partió el pecho luchando por nuestros intereses en la Cia y finalmente lo consiguió. Recuerdo estar presente en algunas conversaciones con el presidente de RCA don Mario Pizzurno; el hombre alucinaba en colores y abría los ojos como dos platos; en su opinión era una auténtica barbaridad. Pero accedió.
Viajé con Álvarez y Vytas Brenner -una especie de Rick Wakeman caribeño muy popular en su país Venezuela- hasta Nueva York donde me encontré en el hotel con el genio de Armando Bo y su diosa Isabel....Un par de días allí y vuelo a Miami donde nos recibió Jack Adams en una limo bestial liando unos cuantos porros para relajarnos después del viaje. El primer día de trabajo yo estaba aterrado; este señor acostumbrado a artistas de la talla de Eric Clapton, Joe Cocker, Tina Turner.... Dios.....que pensará cuando escuche...... y para hacer las cosas peores, los enormes canutos de Vytas eran de una María jamaicana fuertísima que me ponían paranoico acrecentando mi horror. Comenzaron a sonar los primeros compases de “No Me Separen De Mi”....Jack la escuchó completa dos, tres, cuatro, siete u ocho veces....parecía encantado, escuchaba atentamente y en un momento dado me dice: “Suena genial, no es mucho lo que puedo hacer para mejorarlo pero se me ocurren un par de retoques que le irán de maravilla, a ver que te parece”. Jack realizó una labor magistral, limpiando las pistas, ecualizando de forma muy sutil y cristalina, agregando muy pocos efectos pero con un gusto exquisito, realzando algunos instrumentos -como el sonido de la guitarra en “Los Delirios” donde realiza un doblaje de pista analógico con un mini retraso- o acentuando la reverberación de la batería hasta su punto mas exacto. Un auténtico genio.
Presentamos el LP en Luna Park con una producción demencial marca de la casa Juan O. Gatti......castillos con fuego saliendo de sus torres, lluvias y efectos especiales; nos gastamos un dineral en aquello.
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El álbum es presentado en vivo el 14 de Enero de 1977 en el estadio Luna Park así como en otros grandes estadios de provincias argentinas culminando aquella gira en una nueva actuación en el Luna Park el día 1 de Abril.
La discográfica decide publicar “Los Delirios del Mariscal” en Brasil ante la inminente serie de actuaciones programadas para el grupo en aquel país.
Efectivamente, Crucis viaja a Sao Paulo para actuar en el 1er Festival Latinoamericano de Rock en el estadio de Ibirapuera donde obtiene un éxito sin precedentes coronado por un maravilloso y extenso solo de batería en el que Gonzalo incluye ritmos afro y de samba haciendo bailar a más de diez mil almas presentes. La banda continúa su periplo en Belo Horizonte junto al grupo carioca O-terco, grupo estrella y número uno del Rock brasileño que se niega a salir al escenario después de la actuación de Crucis por lo que la banda argentina es conminada a cerrar los shows brasileños de allí en adelante. Mientras tanto en Argentina el éxito se cristaliza en el anual ranking de la mítica revista “Pelo” en la que el grupo alcanza el primer puesto de popularidad en casi todas las categorías.
En estricta referencia a la interpretación de Pino como guitarrista en el contexto de Crucis, es interesante rescatar sus reflexiones a una pregunta del periodista Humberto Luna.
Pregunta: En Crucis la guitarra participa cubriendo un amplio espectro de sonoridades. Incluso personalmente creo que los mejores momentos son aquellos en los que hacés un gran aporte melódico. Sin embargo los pasajes en que tocás “rápido” han quedado muy grabados en la memoria de la gente. “Marrone es un tipo que toca a mil” suele decirse. Más allá de lo discutible e injusto que es catalogar de esta manera a un guitarrista, tengo la impresión de que en esos momentos tenías la necesidad de mostrar lo que eras capaz de hacer. ¿Esa necesidad desaparece con los años?
Pino: Te seré franco, creo que hay algo muy rudimentario en este tipo de planteo que a esta altura de mi vida me irrita y no necesariamente con respecto a mi sino en general. En principio, quizás la pregunta que uno debiera hacerse seriamente sería: “Es intrínsicamente bueno o malo tocar rápido o lento?” Yo creo que son simplemente expresiones diferentes de la personalidad musical de cada músico, personalmente nunca sentí una gran necesidad de demostrar que podía tocar rápido y aunque es válido nunca fue mi meta, el contenido de mis improvisaciones creo que tiene mucho mas que ver en mi caso con un proceso mas orgánico, la necesidad de contar historias a través de la guitarra. Es como en una conversación, hay veces en que necesitas expresarte con mas palabras, hablar mas rápido, etc y en otras es suficiente con solo un movimiento de cabeza o de cejas. Toda esa discusión inmadura de la que se escucha hablar a músicos y críticos generalmente mas jóvenes es natural en un mundo que asocia automáticamente “cantidad” con “calidad” o que asocia “nuevo” con "mejor” sin reparar en el contenido o el contexto histórico. Con ese criterio ¿que consideraríamos mejor? La luz de una vela o 10 lámparas dicroicas?, El Piano Concerto nro 3 de Rachmaninoff o los Gymnopedies de Eric Satie? Es obvio que depende del momento, del contexto, el contenido musical, emocional, y gusto personal. Es mejor la primera parte de un raga de la India, lenta, sin tempo fijo, o la última donde tocan rápido? Que significa ser un virtuoso? Simplemente tocar rápido? También hay un hecho real y comprensible y es que lo rápido es mas fácil de apreciar, no necesita de mucho conocimiento ni habilidad para apreciar detalle de parte del oyente. A toda la gente con esa confusión les sugiero que la superen de una vez por todas, crezcan, y disfruten de la magia de la música en toda su dimensión!

Encuesta Revista Pelo


Estadio Luna Park 1 Abril 1977
A pesar de los logros conseguidos hasta ese momento; al parecer aquella apretadísima agenda, dos años de intensa actividad sin respiro, la presión del entorno, la situación político-social de su país y diversas e importantes divergencias internas provocan en los cuatro músicos una sensación de ahogo y frustración que les lleva a tomar la decisión de abandonar el proyecto Crucis y emigrar de Argentina definitivamente y por separado. La banda -siendo posiblemente el único caso en la historia de nuestro Rock Nacional- nunca volvería a reunirse.

Estadio Luna Park 1 Abril 1977

Estadio Luna Park 1 Abril 1977



Estadio Luna Park 1 Abril 1977

Estadio Luna Park 1 Abril 1977

Estadio Luna Park Octubre 1977

Estadio Luna Park Octubre 1977

Crucis en Brasil
Gustavo: Todo el periplo de Brasil fue un auténtico reto que de alguna manera nos dio nuevas alas.....vamos a demostrarle a esta gente lo que somos capaces de hacer... y funcionó muy bien.
Era genial regresar al hotel y ver la actuación por TV ya que los shows eran retransmitidos en diferido por la Rede Tupí.
Se producía un fenómeno muy curioso entre el público y nosotros....entrábamos todos (audiencia y banda) en auténtico trance, como hipnotizados, conectados con algo extraterrestre....veíamos al público desde el escenario como bailaban, saltaban, gritaban....y aquella energía entraba en nuestros cuerpos.....casi siempre me tocaba -porque me lo aullaban y rogaban los organizadores del show entre tema y tema- pedir a la audiencia que por favor se relajen, que se sienten y simplemente escuchen la música, ya que resultaba peligroso y horrible ver como los de adelante eran apretujados, casi aplastados por los de atrás. Pero era infructuoso; sonaban los primeros compases y otra vez el desmadre. Gonzalo me lo describiría muchos años después como un monstruo de mil cabezas que despertaba cuando aparecíamos en escena, se hacía independiente de nosotros y lograba controlarnos.
A nuestro regreso al país nos esperaban más conciertos y actuaciones diversas, pero de alguna manera nos las arreglamos para ensayar algunos temas (en casa de los hermanos Makaroff) para lo que sería nuestro 3er LP de haberlo grabado.
Ya teníamos nuestras fricciones, encontronazos, divergencias en cuanto a como enfocar la música, nerviosismo e incomunicación general probablemente provocados de tanto stress y a nuestra perenne incapacidad para sentarnos a escuchar las necesidades de los otros; pero cuando subíamos los cuatro a un escenario.........aquél monstruo volvía a aparecer y me temo que se nos escapó de las manos al final.
Creo que nuestra última actuación fue en la ciudad de Rosario y luego volvimos a reunirnos en el estudio para registrar cuatro temas que acabarían publicándose en mi LP “Homenaje”.
Pino: Hubo muchas razones por las que decidimos abandonar el país; desde más chicos todos teníamos el sueño de viajar a donde ocurrían los eventos más interesantes desde el punto de vista musical y también las ganas de vivir en libertad, escapar de la mentalidad represora de Argentina, la policía que te pedía documentos a cada rato y te llevaba preso una vez por semana por tener el pelo largo. Con Crucis ya teníamos planeado emigrar por un tiempo a USA en búsqueda de nuevas oportunidades para tocar para otros públicos, grabar en buenos estudios, en fin, crecer; en esa época las distancias eran aún mayores que hoy en día y las diferencias técnicas para grabar o montar un concierto eran como si viajaras a otro planeta; este es un aspecto de la vida de los músicos en Argentina que creo es bastante desconocido por la mayoría del público, pero la realidad es que un buen grupo en nuestro país encuentra su techo muy rápido una vez que realiza varias giras por las pocas ciudades que te contratan en el interior del país y con suerte algún país limítrofe. El hecho de que geográficamente estemos tan lejos de los centros principales donde se concentran las actividades más grandes de giras y grabaciones como lo son USA y Europa, hacen muy difícil proyectarse internacionalmente sin un gran esfuerzo personal que muchas veces incluye mudarse de país. Así, entre la dictadura militar del 76 y la separación del grupo a fines del 77 solo quedaba irse.
Gustavo: En mi opinión Crucis hubiera merecido quizás un par de años mas de vida....pero hubo infinidad de factores que lo hicieron imposible.
a) La situación político (si a eso se le podía llamar así)- social que nos tocó vivir en Argentina (años 1976-1977) era para nosotros virtualmente “imbancable”. Y no solo por los desmanes represivos del gobierno, las endémicas prohibiciones existentes por entonces o la falta de libertad; sentíamos también que estábamos geográficamente muy lejos del mundo donde se producía la música que nos apasionaba. Y por tanto queríamos irnos.
b) Estábamos -quizás a causa de nuestra corta edad- completamente incapacitados para ver las cosas o analizar los hechos desde perspectivas diferentes. De hecho llevábamos dos años de actividad frenética, con una agenda apretadísima y cargada de compromisos de altísima responsabilidad pero a nadie se le ocurrió decir por ejemplo: “Eh, ¿que tal si nos tomamos unas merecidas vacaciones de tres meses, luego volvemos a reunirnos y vemos lo que hacemos?” Seguramente un poco de relax no nos hubiera venido nada mal.
c) Estábamos hartos de ser sableados: de hecho no ganábamos ni de lejos lo que merecíamos por nuestro trabajo y teníamos la fundadísima sospecha de que la gente que llevaba las cuentas nos robaba a destajo. Una de las famosas frases de Jorge Álvarez que nunca se me olvidará es: “No hay mosca negro, no hay mosca negro!!!!”. Una noche, antes de comenzar un concierto en el Luna Park, Gonzalo se encerró en su camerino diciéndole al empresario: “No salgo de aquí hasta que no me traigas tanto y tanto dinero”....Todos pensamos que era una joda pero él iba enserio; los minutos pasaban, el público comenzaba a impacientarse pero al final Farrugia consiguió su dinero. Creo que fue el único aquella noche.
d) También hacia el final surgieron (desde mi punto de vista) algunas diferencias musicales entre Pino y yo; él se hallaba cautivado entonces por el estilo Jazz-Rock que practicaban artistas como Chick Corea, John McLaughlin, Weather Report o Al Dimeola con fuertes componentes de improvisación, libertad instrumental, etc, lo cuál estaba muy bien ya que se notaba en él una evolución impresionante en su técnica como guitarrista; pero yo seguía con mis composiciones al estilo neo-clásico y no deseaba moverme tanto de la línea que había practicado Crucis hasta entonces. Todo lo cual, en otro contexto y otro momento podría haberse vuelto absolutamente compatible y vaya uno a saber quizás incluso se hubiera producido algún tipo de interesante fusión. Si tan solo nos hubiéramos sentado a charlar sobre ello.
e) Cada uno acabó teniendo (yo el primero) su personal séquito de amigos-seguidores- influencias que fueron distanciándonos para solo reunirnos sobre el escenario.
Pino: Creo que es muy difícil una reunión de la banda, sería lindo si se diera naturalmente y por razones de afinidad en lo musical y a nivel personal sintiéramos la necesidad de expresar algo nuevo juntos, creo que lo más positivo y poderoso de Crucis salía por esas razones.
Gustavo: En fin, en cualquier caso y visto ahora, 40 años después, creo que fue Crucis una banda muy especial, una experiencia desde luego absolutamente irrepetible formada por unos chicos muy comprometidos con su música, idealistas, inquietos, estudiosos, delirantes, metódicos, trabajadores y ambiciosos.
